En Arantza Hotela hemos querido primar el confort y el espacio, el poder moverse tanto por la habitación como por el resto del hotel, libremente, sin obstáculos, adaptado a personas con movilidad reducida.
11 exclusivas habitaciones de lujo, todas pensadas para tu descanso y disfrute. Escucha el silencio, el viento, el bosque, lee, fúndete con el paisaje, relájate en el bañera de la habitación... saborea el estar aquí y ahora, sin prisas, a tu ritmo, en tu espacio.
En nuestras camas King, de la casa Hänstens, descansarás como nunca antes lo hayas hecho. Olvídate del reloj y hasta del día que es.
Los nombres de las habitaciones son diferentes maneras de llamar a la pareja de manera cariñosa en diferentes euskalkis o dialectos del euskara. Cada habitación forma parte de una colección de cuadros que comienza en nuestro Restaurante. Son retazos de la historia de una relación entre dos personas, y cada momento, cada cuadro, tiene su poema.
Libres, juntos libres.
Los cuerpos libres se hablan cuando bailan. Allá voy, estoy contigo, vámonos de aquÃ, cariño. Los caminos chocan, más que por el costado, de frente. Eres mi obstáculo. La duda de si cabrán dos carriles en lo que una vez fue un único camino.
El uno no puede sin el otro: el fuego los ha quemado por fuera y por dentro. Los ha fundido, soldado juntos.
Hice mÃo el cuerpo hasta no poder soltarlo. Pero estar atados no es tocarnos no es cariciarnos. Sólo es estar pegados
Uno no puede sin el otro. Nudos en el pelo y nudos en la garganta dos cuerpos demasiado prietos en una sola piel
No te alejes demasiado. Estoy aquÃ. ¿No me ves? Me sobra el aire. Ven conmigo. Sin sujetarme la mano, ven. No sé el camino. Te piso los pies. No pasa nada.
Algo hizo crack dentro de nosotros. Crack, y no nos rompimos. Le tenÃamos miedo, no nos rompimos. No nos hemos roto.
Protégeme. Me falta aire. Tócame. Puedes venir. Podemos caer. Eres aire.
Uno no puede sin el otro. La piel está caliente aún los bordes queman acarÃciame con la palma
Dos entidades inseparables. Está calmada una única respiración
Cuatro manos que se buscan. Dos cuellos dos pieles dos miradas, fundidas la una en la otra. Dos entidades inseparables. Está calmada una única respiración